Poco a poco vas buscando a Dios y vas agotando sin remedio. Dios es una palabra que no lleva a ningún sitio concreto, solo a infinitas especulaciones. Una vez que te presentan la palabra Dios ya has sido condenado a errar por todo el universo en su búsqueda. Preguntarás en las puertas de los viejos conventos Njuopokhar, en las mansiones de las comunidades Thsfrteaj en medio de los profundos bosques de Bghsftra; en las frivolonas
ciudades del valle de Chsduop donde los habitantes viven una perpétua lujuria; en las grandes fábricas del país de Hnsmop donde las máquinas y los humanos se han fundido en una sola entidad diabólica y ahora fabrican todo lo increible para satisfacer a este perdido planeta. Deambularás por los desiertos para encontrarte con los delirantes fanáticos del Dios Bhsfavkjjk, o visitarás las montañas de valles profundos donde las amazonas esclavizan a los machos humanos a trabajar de sol a sol y de los que se sirven como sementales para crear su raza pura.
Y cuando ya te hayas cansado de preguntar por Dios en todos esos sitios y hayas sopesado las respuestas recibidas, te darás cuenta que no has encontrado más que ideas vacías, conceptos vanos, mentiras obscenas, delirios de cerebros ya agotados por el vicio o la degradación moral; exaltaciones místicas provocadas por la megalomanía o el alcohol. Racionalizaciones de una exactitud demencial y Dios se convierte en una forma pura sin vida, sin contenido: sólo absoluta perfección inimaginable.
Había sido todo una aventura de increibles distancias y proporciones. Pero a medida que ibas haciendo las preguntas y caminabas por territorios de inquietante naturaleza y horizontes de oscuridad insólita, también ibas comprobando que tu misma figura humana no tenía razón de ser alguna, que la pregunta sobre Dios era una pregunta que no surgía más que de un absurdo prístino sin más sentido que dar una patada a una piedra y al alterar la piedra entonces salta una rana y la rana se tira al charco y nada en aguas frías y se fija en tí, pero tú ya no te sientes a tí mismo porque te has dado cuenta que no eres más que un espectro que ha venido a hacer saltar a una rana, pero que la rana funciona a base de reflejos y los reflejos surgen porque sí.
Entonces sentiste vértigo, miedo, hastío. Víctima de una cruel burla, de una representación donde nada te pertenece y nada existe en realidad si no fuese porque hay algo en las terribles oscuridades del frondoso Hades que sueña con un mundo que tampoco le pertenece, pero lo ha de soñar y en ese sueño estamos los humanos y entonces todo se disipa en una cósmica alucinación de distancias infinitas atravesando galaxias y estrellas sin más solidez que la que nosotros podamos sentir desde la fantasmagoría que es la esencia de nuestro no-ser.
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Oiga, le veo muy triste ahí apoyando la cabeza sobre esa mesa de mármol. Tómese un matecito y le hará mucho bien. ¿Le pasa algo?
Gracias, no se moleste, simplemente estaba pensando en la idea de Dios y me quedé dormido. Ya llevo tomados dos matecitos. Gracias. Por cierto, ¿Sabe usted algo sobre Dios?
No. Nunca se me ocurrió hacerme esa pregunta. Un tío mío se la hizo y lo tuvieron que ingresar en una institución. Se había tomado la pregunta tan en serio que perdió la razón y tan solo sabía escribir cosas muy raras y oscuras....Creo que me tengo que ir. Me alegro que se encuentre bien.